lunes, 2 de diciembre de 2013

Trabajar desde un pueblo, un ejemplo; Ricardo Lop de Aceros de Hispania

Hoy en día con las herramientas que nos ofrecen las nuevas tecnologías podemos emprender negocios prácticamente desde cualquier lugar. A veces se trata de tener las cosas claras e inventar lo justo.
Trabajar desde un pueblo es posible, incluso algunos de nosotros nos hemos ido a propósito a un pueblo para llevar a cabo una actividad empresarial, porque no era necesario vivir en la "gran ciudad"y asumir unos costes a veces imposibles para pequeñas empresas o nuevos emprendedores, buscar un espacio natural y una calidad de vida distinta a la que nos ofrece la ciudad es posible si somos constantes en perseguir nuestros objetivos.
Os recomiendo este vídeo de un empresario online, ubicado Castelserás un pueblo de Teruel que nos explica algunas razones en el momento de emprender un negocio en la red y de bien seguro que siempre se aprende algo interesante :o)


jueves, 3 de octubre de 2013

Pueblo en Venta, precio 0 Euros

Si buscas una aldea para reformar, en Galicia hay algunas de ellas y por cero Euros!!!

El ayuntamiento ourensano ofrece a través la cesión de la aldea de A Barca, para su rehabilitación. Un millar de solicitudes se han interesado ya por el espacio, con 12 casas y 15 mil metros cuadrados de terreno"Se cede aldea en Ourense, a negociar y reformar. Precio 0 euros". Es el encabezamiento del anuncio con el que el Ayuntamiento de Cortegada ofrece la posibilidad de que una persona, empresa o entidad se haga cargo de la aldea de A Barca para llevar a cabo su rehabilitación. La ofrece gratis (sólo habría que pagar los gastos de gestión) y por ahora ya hay alrededor de mil solicitudes interesadas, segundo revela La Región. El objetivo es que quien se haga cargo del espacio, hoy propiedad del Ayuntamiento, le dé una nueva vida, convirtiéndolo en una "aldea ambiental" o "una nueva explotación turística y de ocio". Entre las ofertas que ya se han recibido están los proyectos de construir un resort de lujo, una clínica especializada, una comuna hippy, un centro de fabricación de queso o un complejo de meditación.

El lugar de A Barca consta de 12 viviendas (cuatro de más de una altura) y unos 15 mil metros cuadrados de terreno a su alrededor. El ayuntamiento destaca que la aldea tiene un gran valor etnográfico, y que fue en su día un gran centro de comunicaciones, pues por ella transcurría el Camino Real que llevaba a Castilla y era el lugar por donde cruzaban el Miño las barcas para transporte de personas y mercancías (de ahí el nombre de la aldea). Este carácter de lugar de paso obligado hacía que A Barca tuviera un inusitado dinamismo económico y cultural.
Sin embargo, las vías de comunicación fueron cambiando, y también se construyeron nuevos puentes sobre el río, por lo que el lugar fue perdiendo importancia. Finalmente la aldea fue abandonada en los años 50 con la construcción del embalse de Frieira y el lugar fue expropiado por Unión Fenosa. Aun así, el espacio conserva valiosas casas de una piedra, además de otros elementos patrimoniales, como fuentes o puentes, hoy en estado de abandono.

lunes, 29 de julio de 2013

Trabajar en un pueblo [La red, la gran aliada] #autoempleo



Hoy en día poder desarrollar una actividad online es una salida a muchos profesionales, prácticamente cualquiera que sea tu actividad o conocimientos es importante estar en la red ya que de lo contrario puede uno quedarse fuera de la era actual, que no es otra que la digital.
¿Y desde un pueblo también? Por supuesto que sí, vivir en un pueblo nos puede suponer una calidad de vida que no nos ofrece la ciudad y hace algunos años los que pretendían vivir en el mundo rural sacrificaban en gran parte muchas cosas, entre ellas el poder ejercer una actividad profesional y especializarse en ella. Hoy en día en el mundo digital en el que vivimos hay muchas herramientas que podemos utilizar y no quedarnos esperando salir de la crisis,... porque esto huele que no tenemos que salir de ningún sitio, sino que los tiempos están cambiando.

domingo, 16 de junio de 2013

Emprendedores rurales abandonar la ciudad

Ante la situación que vivimos, el ámbito rural se está convirtiendo en una vía de escape de la crisis. Jóvenes en desempleo y urbanitas descontentos con el estilo de vida actual se marchan al campo en busca de oportunidades de negocio y un estilo de vida sostenible. El 17 por ciento de los habitantes de los pueblos son ya neorrurales.
Es el caso de Lucía y Quique. Ellos vivían en pleno centro de Madrid, los dos trabajaban en una multinacional... Pero algo no funcionaba. El problema era el estrés, los humos, los ruidos, el consumismo y una vida deshumanizada.Decidieron irse al campo y emprender un proyecto. Quique montó una empresa de mantenimiento de jardines y Lucía, una escuela de negocio para asesorar a otros urbanitas descontentos. Este fin de semana ha organizado la Segunda Feria del Emprendedor Rural. Aquí podrán encontrarse con otros emprendedores neorrurales de éxito y descubrir que el ámbito rural demanda servicios que hasta ahora sólo existen en las ciudades. Es un nuevo estilo de vida: sostenible y en contacto con la Naturaleza, en el que muchos están buscando una oportunidad para escapar de la crisis.


jueves, 4 de abril de 2013

Vilariño de Conso y Rubiá suman 17 familias con su campaña para captar vecinos

La llegada de una familia con tres niños a Rubiá hará posible una aspiración que los padres persiguen desde el curso pasado: recuperar las tres aulas de Primaria del colegio hasta que la pérdida de alumnos cerró una.


No fue la primera llegada. Antes lo hicieron cinco y también con hijos, lo que permitió elevar el alumnado a los 49 necesarios para que la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria reabra la clase. Los recién llegados acudieron atraídos por los alquileres baratos que, de 100 a 150 euros mensuales, ofrecieron los vecinos a petición de la Asociación Nacional de Padres de Alumnos (ANPA), colectivo que siguió la pauta que marcó el colegio San Martiño, de Vilariño de Conso. Este fue pionero en las campañas promovidas para evitar la pérdida de profesores y que consiguió captar 11 familias en los últimos meses, logrando aumentar de 14 a 32 sus escolares.

Evitar el cierre de colegios fue el objetivo inicial de una iniciativa que ya trasciende el ámbito educativo para convertirse en una seria alternativa factible para la repoblación de un rural que, si continúa de brazos cruzados, acabará deshabitado. Rubiá tenía 1.828 habitantes en el año 2000. Doce años después, sólo 1.557 siguen en el municipio. Un caso muy similar es el de Vilariño de Conso, cuya población pasó de 854 a 632 personas en el mismo periodo, según los datos recogidos del Instituto Nacional de Estadística.

'Las familias acudieron gracias a que algunas personas cedieron casas. Es bueno facilitar que la gente joven vuelva a los pueblos', explicó Maite Núñez Domínguez, presidenta del ANPA de Rubiá. Esta madre encontró 'fantástica' la llegada de las seis nuevas familias, que encontraron vivienda en las aldeas de Oulego (dos) y Robledo (tres), encaminándose a Rubiá la sexta. 'Los pueblos se van recuperando', afirmó.

El alcalde popular, Elías Rodríguez Núñez, mostró su respaldo a la iniciativa educativa. 'Todos os que veñan, benvidos sexan. E sobre todo se traen nenos', manifestó. La integración de las familias inmigrantes con sus nuevos vecinos no planteó serios problemas. 'Á súa chegada, os veciños dos pobos lles axudan, ao igual que fai o Concello', añadió el regidor. La portavoz de la oposición socialista, Raquel Méndez Ramos, es madre de un alumno del colegio, por lo que su respaldo a la iniciativa de los padres casi es una obviedad. 'Hoxe empezan tres nenos. Outra familia que vive en Rubiá!', exclamó con satisfacción.



VILARIÑO DE CONSO

Los buenos resultados obtenidos por los padres de Rubiá son aún mejores en Vilariño de Conso, Concello donde se fraguó este proyecto de repoblación del rural. Aquí, las escasas viviendas que reunían condiciones de habitabilidad se agotaron con la llegada de los nuevos vecinos. 'Todas as que hai están alquiladas', explicó el director del colegio San Martiño, Carlos Luis Rodríguez Calvente.

El profesor coincide en considerar que la oferta de alquileres baratos es una opción válida para evitar que las aldeas queden vacías, aunque considera que no es el único atractivo. 'A xente o pasa mal nas cidades', explicó. No obstante, considera que salvar los pueblos no es una tarea exclusiva de los padres, sino que deben implicarse todos los estamentos, desde la Iglesia hasta el Concello. En todo caso, y con independencia de que este consenso sea posible, Carlos Luis Rodríguez confía en el éxito del programa. 'As expectativas son de seguir crecendo', vaticinó.

No se mostró tan optimista el alcalde popular de Vilariño de Conso. Ventura Sierra Vázquez tiene serias dudas de que la iniciativa pueda llegar a buen puerto. 'Os pobos non se recuperan así. Ten que haber traballo. Os de aquí marcharon ás canteiras de pizarra e agora están voltando', dijo. El problema del paro preocupa en este Concello. Su población desempleada pasó de 34 a 57 personas entre marzo de 2007, año de inicio de la crisis, hasta el pasado. Este incremento es aún más perceptible al manejar las cifras de Rubiá. Aquí, los parados aumentaron de 62 a 136 en los últimos seis años.

Llegados desde lugares tan dispares como Palma de Mallorca, A Coruña, Cataluña, Madrid, Ciudad Real, Valencia o Galicia, algunos de los nuevos residentes en Rubiá y Vilariño de Conso trabajan. Sus convecinos les agasajan cediéndoles sotos de castaños que tenían abandonados o huertas que ya no laboraban. Sin embargo, no son todos. Otros cobran algún subsidio, la prestación por desempleo, la ayuda familiar... No son poseedores de grandes fortunas, pero llegan acompañados de niños: la sabia nueva del rural.
Leído en La Region

Aragón tiene alrededor de dos centenares de pueblos abandonados

Aunque no hay datos oficiales, el número de localidades deshabitadas podría rondar las 200. El INE solo contabilizaba en 2012 67 pueblos deshabitados y más de 300 núcleos diseminados vacíos.

s difícil, casi imposible, cuantificar el número de pueblos abandonados que duermen, ya sin actividad, en la mayoría de los rincones de la geografía aragonesa. No existe ninguna estadística oficial que transforme en datos precisos el problema de la despoblación, que sigue robando vida al medio rural y ya ha vaciado decenas y decenas de localidades en toda la Comunidad. Según los últimos datos delInstituto Nacional de Estadística, en Aragón están deshabitadas 67 entidades singulares -pueblos que forman parte de un municipio mayor- y más de 300 diseminadas -conjunto de casas dispersas que no forman un núcleo-, aunque el paso del tiempo y el olvido han borrado de este listado el nombre de numerosas poblaciones que sufrieron la despoblación hace ya muchos años.

Sin embargo, otras estadísticas no oficiales sitúan entorno a los dos centenares los pueblos abandonados aragoneses. El diputado de CHA en las Cortes, Gregorio Briz, respaldaba esta cifra hace menos de un año, cuando el pleno pidió al Gobierno autonómico que elabore y actualice el inventario de localidades deshabitadas. Por otro lado, un informe de la DGA contabilizaba hace más de una década alrededor de medio centenar de pueblos sin vida solo en tres comarcas -Ribagorza, Sobrarbe y Jacetania-, un número que podría haber crecido en los últimos años y que demuestra que estas estimaciones no son descabelladas. 

También hacen pensar en una cifra similar los diferentes listados elaborados por particulares interesados en este tema. Cristian Laglera, un aragonés que 'colecciona' pueblos abandonados en su página web, ha contabilizado, documentado y fotografiado hasta 175 en la provincia de Huesca, la más afectada por este problema. En la provincia de Teruel, según un reciente estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Valencia, la despoblación ha vaciado 27 pueblos en los últimos 75 años, sobre todo en las comarcas de Gúdar-Javalambre, Sierra de Albarracín y Maestrazgo.

Al margen de estadísticas, detrás de cada número hay una historia con final casi siempre amargo. Hace años, estos pueblos fueron el lugar de residencia de unos pocos -a veces, no tan pocos- vecinos. Ahora, son solo parte del paisaje de numerosas comarcas o, en el mejor de los casos, un punto de reencuentro con el pasado de los descendientes de aquellos que en su día dieron vida a estas localidades. Muchos de ellos son propiedad de la Administración, pero otros, de propiedad privada, incluso han salido a la venta para sacarlos del abandonoy buscarles nuevos usos.

De hecho, hay páginas especializadas que ofrecen pequeños pueblos, masías o edificios dispersos, e incluso han surgido iniciativas para repoblar algunos de estos núcleos. Es el caso deLacasta, una aldea deshabitada desde hace más de 60 años ubicada en la comarca de las Cinco Villas y dependiente del municipio de Luna, que fue comprada por un grupo de personas que ahora pretenden trasladar al pueblo a un grupo de personas para que desarrollen varios proyectos, como una granja escuela o una empresa de explotación de recursos forestales, mientras rehabilitan las dañadas edificaciones.

Lucha contra la despoblación
Para luchar contra una tendencia peligrosa que sigue amenazando a decenas de localidades también han surgido iniciativas como laAsociación contra la Despoblación en el Medio Rural, una plataforma creada para ayudar a pueblos en riesgo de quedar deshabitados.

“En invierno están llenos de casas, pero vacíos de jóvenes. Hay muchas localidades en las que todos los habitantes han pasado de los 60 años y, si nadie lo remedia, están biológicamente muertas”, indica Javier Pérez, responsable de esta asociación, que trata de poner en contacto a familias que quieran trasladarse al medio rural con pueblos en riesgo de despoblación que necesiten nuevos habitantes. De momento, ya han conseguido 'colocar' a una docena de familias en diferentes localidades de Aragón, donde regentan bares, pequeños comercios o han encontrado algún empleo.

“Cada familia que llega a uno de estos pueblos es un colegio que se salva o un servicio que se mantiene”, añade Pérez, quien analiza la situación de muchos pueblos de la región. “Cuando una localidad pierde el colegio, es el primer síntoma de que el futuro no será halagüeño”, advierte.

Los jóvenes también luchan
En los últimos años, incluso los más jóvenes han comenzado su particular batalla contra la depresión del mundo rural. De la mano de la organización Jóvenes Dinamizadores Rurales, entre 400 y 450 jóvenes participan de forma habitual en las diferentes actividades que se organizan desde los grupos de acción local y comarcas aragonesas. Estos estudiantes realizan varios encuentros cada año en los que reciben formación y participan en talleres orientados al fomento del emprendimiento social y el mantenimiento del medio rural. “El objetivo es darles formación y motivación”, explica Sara Cortés, coordinadora del proyecto: “Hay gente mayor que ya ha dejado de luchar y se ha dado por vencida, pero son las nuevas generaciones las que deben mantener vivo el medio rural”.
Leído en El Heraldo

domingo, 13 de enero de 2013

Emprendedores rurales en Galicia

Los proyectos en el campo se muestran como alternativa para miles de jóvenes sin empleo, los nuevos emprendedores rurales.

Cada día más personas, centran su mirada en el medio rural gallego como alternativa para combatir la dura crisis, desanimados por la escasez de oportunidades en las grandes ciudades, pero también en busca de una nueva vida alejada a veces al fatigoso ruido urbano. El desempleo, el precio de la vivienda o el estrés, han animado a muchos a poner su atención en el campo, en lo que llaman "un proceso lento", así lo han asegurado los emprendedores en el rural consultados, pero que podría suponer un refugio para jóvenes desempleados que no ven futuro en la metrópoli.

Aunque todavía no se puede hablar de un éxodo representativo -en Galicia hay cerca de 1.400 núcleos rurales despoblados-, la difícil coyuntura económica ha contribuido a sacar a decenas de pueblos del olvido, en ocasiones por las iniciativas de los ayuntamientos, que tratan de hacer frente al despoblamiento y al envejecimiento de su población.

Las diferentes ayudas existentes, en las administraciones autonómicas y locales, parecen haber animado a los más jóvenes a sacar los aperos de labranza, recuperar casas abandonadas y a cultivar huerta y viñedos, como alternativa al mercado laboral.

Dos socios gallegos de la empresa 'Tempo Sacro', Óscar González y David Rodríguez, naturales de Ferrol y Ourense, seducidos por una iniciativa del Ayuntamiento de Parada de Sil (Ourense), decidieron iniciar un negocio en ese municipio, tras ganar un concurso público.

Así, ambos llevan un albergue-cantina, situado en las instalaciones de la 'Fábrica da Luz', antigua central hidroeléctrica del siglo XX, que después de varios años abandonada ha sido recuperada como espacio de turismo rural.

El establecimiento, que empezará a funcionar a pleno rendimiento a partir de marzo de este año, ofrecerá alojamiento y una completa oferta de actividades de turismo de aventura, así como cursos de formación, en colaboración con hosteleros.

En la actualidad, tienen reservas para el mes de octubre, "todo un logro antes de empezar", han contado a Efe.

Algo diferente ha sido el caso de Jorge Rincón y su pareja Rocío Sanz. Estos dos empresarios decidieron dejarlo todo hace ya catorce años, abandonar Madrid y poner en marcha la cooperativa 'Como Cabras', en Castro Caldelas (Ourense), para producir queso.

De la cabra, el queso

Después de varios años de trabajo y tras conseguir una subvención agraria en 2006, han puesto en funcionamiento una explotación ganadera que en la actualidad tiene 250 cabras y produce cerca de 10.000 kilos de queso.

Los dos coinciden en que los inicios no fueron fáciles a la hora de arrancar un negocio de esta envergadura. "Hay que trabajar mucho y ordenar el ganado todos los días", además de ser necesario contar con apoyo económico.

La crisis, así como la falta de oportunidades, han animado a otros a volver a su pueblo natal. El ingeniero ourensano Javier Sabucedo, afincado en León hasta hace un año, explica que dada la "escasa oferta de trabajo" y la difícil "situación del mercado" decidió volverse a Ourense hace unos meses y sumarse al negocio familiar en el sector del vino en Castrelo de Miño.

Con cerca de ocho hectáreas de viñedo, tanto él como sus hermanos decidieron trabajar la tierra. Ahora tratan de abrir una bodega y "producir nuestro propio vino" para proceder a su comercialización.

No se trata del único caso en Castrelo. Animados por una iniciativa del ayuntamiento para atraer jóvenes -este municipio tiene la tasa más alta de mayores de la provincia de Ourense-, numerosas familias han decidido regresar y retomar el negocio familiar.

Un caso similar ocurrió hace unos meses en la localidad ourensana de Vilariño de Conso. Acuciados por los números rojos (estaban en paro), la pareja formada por José Segura y Teresa Navarro, procedente de Valencia, decidió dejar su Comunidad y trasladarse a Grixoa (Vilariño), donde regentan en la actualidad un supermercado y una pequeña cantina.

No son un caso único, numerosas personas procedentes de todas las provincias España pero también de otros países han decidido seguir sus pasos, explican, "y no solo recuperan tierras y casas, sino que llevan esperanza a un rural envejecido y en riesgo de abandono. Eso siempre es hermoso".
fuente: faro de vigo