miércoles, 26 de septiembre de 2012

Captan a un gallego para repoblar Aragón

Gonzalo salió hace años de la parroquia de Camboño (Lousame) empujado por los golpes de la vida. No guarda demasiado buen recuerdo de algunos de los sesenta vecinos que tenía entonces, e incluso de parte de su familia, aunque reconoce una vida azarosa, cargada de problemas, que ahora forman parte de su recuerdo. «Gracias a Dios, por poner a la que ahora es mi mujer y a su familia en mi camino», dice.
Fue Natalia, su pareja, quien encontró en Internet una luz que seguir para tratar de hacer frente a la crisis y al desempleo que a ambos afectó cuando trabajan en la hostelería en Alicante. Se encaminaron al minúsculo pueblo aragonés de Torrijo de la Cañada, donde la Asociación contra la Despoblación Rural les ayudó a encontrar una casa de alquiler asequible y dio respaldo a la hora de conseguir una oportunidad en forma de trabajo.
Gonzalo es el único gallego que forma parte de las repoblaciones del rural que han llevado a cabo las dos organizaciones que luchan por la pervivencia de los pueblos en España. «No es fácil acostumbrarse a vivir en un núcleo tan reducido, y de hecho otros matrimonios han venido de las ciudades pero no han aguantado», dice.
Nieve en invierno, calor en verano, falta de trabajo y ayudas para asentarse son los problemas que Gonzalo achaca a los pequeños pueblos que tratan de no desaparecer. «Pero yo animo a la gente que no encuentra oportunidades a que las busque en los pueblos», apunta animado mientras cuenta sus planes para explotar una pequeña huerta mientras no encuentra trabajo y le da vueltas a una idea para gestionar rutas de turismo a caballo.
Acaban de cambiar de pueblo para que su mujer esté más cerca del trabajo y su pequeño tenga el colegio a mano. Miedes de Aragón ha supuesto un salto en su trayectoria, al pasar de compartir vecindad con 279 personas a hacerlo ahora con 462.
Otro ritmo de vida
«El ritmo de vida es diferente, las compras se hacen de otra manera y claro que la gente es cerrada al principio, pero aquí un minuto dura más, hay más tiempo, la puerta está siempre abierta y el niño puede estar en la calle», argumenta Natalia, políglota y emprendedora, y ahora empleada en una cooperativa vinícola tras haber adquirido experiencia en Londres, Madrid y Alicante. «Recomiendo venirse a los pueblos, pero siempre y cuando se tenga algo de vocación», advierte Natalia. «Hay que tenerlo claro y ganas de adaptarse», añade Gonzalo, que aunque acaba de vender la casa familiar en Lousame, no quiere que su hijo deje de conocer sus raíces, aunque a él le traigan recuerdos de épocas malas, «pero ahora soy otra persona, dicen allí cuando me ven».
«No es fácil acostumbrarse. Otros matrimonios no han aguantado»
Leído en la voz de Galicia

Pueblos que necesitan vida

Entre los concellos de Cerdedo y Forcarei suman una veintena de aldeas en riesgo de abandono, de las cuales un par de ellas están prácticamente deshabitadas. De este modo, ambas administraciones barajan varios proyectos para rehabilitar y acondicionar estos lugares. En el caso de Cerdedo, un grupo de alemanes están dispuestos a reformar la docena de viviendas ruinosas que forman la aldea de Fraguas, en la parroquia de Tomonde. Asimismo, el consorcio Conca do Lérez prepara un proyecto conjunto para acondicionar diversos lugares de sus cuatro municipios.

Foto: Fraguas, en la parroquia de Tomonde,
se encuentra prácticamente deshabitada. // Bernabé/Luismy
 
Durante los últimas décadas, habitantes de muchas aldeas de Cerdedo y Forcarei emigraron hacia núcleos más poblados del entorno municipal, condenando a estos pequeños lugares a desaparecer. A día de hoy, esta es la situación que están viviendo varios sitios de la comarca. En concreto, entre los concellos de Cerdedo y Forcarei suman 25 aldeas en riesgo de abandono, considerando como tales a aquellas que cuentan con menos de 10 habitantes. Son nueve los lugares cerdedenses en esta situación, de los cuales uno de ellos, Fraguas en la parroquia de Tomonde, cuenta con un solo vecino entre sus despoblados caminos, según datos del censo publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2011. Por otra parte, Forcarei registra 16 aldeas al borde de la despoblación y un par de ellas desiertas, como es el caso de Grobas, que ya no aparece en el censo, o del lugar de Pereira, situado en la parroquia que lleva este mismo nombre.
Visto que los jóvenes de la comarca de Tabeirós-Montes no parecen estar muy animados a rehabilitar estos encantadores lugares y a volver a llenarlos de vida, un grupo de alemanes se encomiendan esta labor. Según informó hace poco menos de un mes el alcalde cerdedense, José Balseiros, un grupo de familias procedentes de Alemania manifestó su voluntad de repoblar la aldea de Fraguas, situada en Tomonde y una de las que más sufre la despoblación en la comarca. A través de trabajos de acondicionamiento, pretenden convertir las casas que actualmente se encuentran en estado ruinoso en sus residencias.
Un mes después, parece que su intención es firme, ya que en los últimos días un grupo de cuatro alemanes visitó el entorno de Fraguas y se citó con el alcalde para asegurarse de que todo marcha por el camino adecuado. Aprovecharon para preguntar por el plazo en el que van a poder comenzar con la labores de rehabilitación. Según afirmó ayer el propio regidor, las negociaciones van en la dirección adecuada. El primer edil tiene en su poder una lista con la totalidad de propietarios y asegura haber mantenido contacto con la mitad de ellos. "Confiamos en poder contactar, en breve, con todos los dueños y llegar a un acuerdo para no tener que proceder por las vías legales", aseguró Balseiros.
Por otra parte, el consorcio Conca do Lérez –está compuesto de los municipios de Cerdedo, Forcarei, Campo Lameiro y Cotobade– baraja un proyecto conjunto para dotar de vida las aldeas más despobladas de estos municipios. Con esta iniciativa, los ayuntamientos pretenden recuperar las viviendas deshabitadas y destinarlas a jóvenes y familias con pocos recursos. Según explicó el alcalde cerdedense, prevén reunirse en asamblea general durante la próxima semana para constituir la junta directiva y, de este modo, "poder trabajar en el desarrollo de este proyecto de forma seria y legal", manifestó.
En este caso, Cerdedo tiene previsto incorporar a la incitativa las aldeas de As Peniñas y O Milladoiro, que se encuentran en la parroquia de Parada, y una parte, la más alta, de los lugares de Filgueira y Lourido. Asimismo, Forcarei, según indicó ayer su alcaldesa, Belén Cachafeiro, baraja incorporar a este proyecto varios lugares "que están prácticamente deshabitados durante el invierno", entre los que se encuentran Trasdomonte, Ameixeiras, A Graña, San Xusto, o Ventosela. "En estas aldeas, se encuentran casas abandonadas que mantienen el aspecto que poseían hace más de medio siglo. Todas ellas están situadas en entornos de gran belleza paisajística", comentó Cahafeiro.
Cabe resaltar, que a pesar de que la intención es rehabilitar y acondicionar estas viviendas ruinosas, estas tareas se harán con sumo cuidado para respetar la apariencia que poseían hace más de medio siglo, cuando fueron construidas. Además, también se respetarán las calzadas de piedra que atraviesan sus caminos y los numerosos puentes romanos que cruzan sus ríos. De este modo la intención es devolverle la vida a estos enclaves rurales pero respetando el encanto que les aportan los muchos años que han transcurrido desde su nacimiento.
Grobas, el abandono de un paraje bucólico
El lugar de Grobas, situado en la parroquia forcaricense de Millarada, lleva más de 50 años deshabitado. Hace más de medio siglo que sus calles no son testigos de los juegos de los niños y de las conversaciones de los adultos. Alrededor de 1960, este lugar que creció durante la guerra civil en las inmediaciones de unas minas de estaño y wolframio, perdió por completo su actividad. La inaccesibilidad al pueblo, que no contaba con caminos que lo unieran a otros núcleos, y la intransitabilidad de sus senderos provocaron que todo los vecinos emigraran a otros lugares más cómodos, pero quizá no más bellos, ya que está enmarcado en un paraje bucólico de la Serra do Candán.
A pesar de que sus habitantes, mantenían un nivel de vida superior a las aldeas del entono por la comercialización del estaño, el depender de un animal como método de transporte provocó la marcha masiva de todos ellos. En la actualidad, este mismo motivo hace que muy pocos conozcan este idílico e inaccesible lugar.
leído en farodevigo

martes, 4 de septiembre de 2012

Proyecto de repoblación hace "aguas"

Nos gustaría traer noticias más positivas y bonitas, pero la realidad de Castelnou es esta y la tenemos que conocer.
El proyecto de la caravana de niños de Castelnou hace aguas dos años después de que el Ayuntamiento organizara una sonada fiesta para captar empresarios y nuevos pobladores con los que incrementar su padrón, que en 2010 estaba en 150 personas, y recuperar así servicios como la escuela municipal. El Consistorio apostó fuerte por una empresa fabricante de espacios modulares, Modul System, que captó 22 familias y 32 niños para el pueblo y prometía cien puestos de trabajo a estas alturas. La realidad es que debido a problemas de financiación y a un negocio fallido en Togo, sus empleados no cobran desde abril y están inmersos en un ERE, por lo que muchos han decidido abandonar el Bajo Martín.
En una carta remitida hace un mes a los vecinos con motivo de las fiestas patronales, el Ayuntamiento no ocultaba “los problemas que están teniendo los trabajadores de Modul para poder cobrar”. “Es muy duro el mantener una familia estando varios meses sin percibir ingresos y esto hace que se cree un ambiente nefasto que afecta no solo a trabajadores y empresa, sino a toda la sociedad”, decía la circular.
Pese a que el Consistorio confía en que la situación se solucione y se instalen dos empresas más -una dedicada al reciclaje de maderas y otra al tratamiento de perlita- que crearían más de 30 empleos, algunos de los fallidos nuevos pobladores estudian demandar al alcalde, José Miguel Esteruelas, por no haber pedido suficientes garantías de viabilidad al proyecto de Modul System.
Artículo visto en diario de teruel